En Costa Rica se usa para hablar de alguien que exagera, inventa o adorna demasiado las historias, como cuando se pone a tirar cuento solo para impresionar. Es como estirar la verdad hasta que casi se rompe. A veces hace gracia, pero también cansa cuando ya nadie le cree nada al que vive echando caja.
"Mae, deje de echar caja, usted no conoció a Shakira en Jacó, si apenas sale de Desamparados para ir al mall los domingos."
Frase coloquial para referirse a contar secretos o chismes frescos y sabrosos.
"Después del cole, nos juntamos en la esquina para echar caja sobre lo que pasó con el profe de mates. ¡Tremendo chisme!"