Expresión bien salvadoreña para cuando alguien suelta una crítica fuerte, un comentario mordaz o un regaño que te agarra de lleno, como si te tiraran una atarraya y no te pudieras zafar. Se usa mucho con señoras francas, jefes bravos o amigos que no se guardan nada. Y la verdad, a veces hasta se agradece el atarrayazo.
"No le vayas con cuentos a mi mamá, que en dos patadas te da un atarrayazo y te deja callado frente a toda la familia."