Se usa para hablar de una muchacha bonita, simpática y con un punto de dulzura que engancha, como una guayaba bien madura. Pero ojo, también tiene ese toque inesperado que te deja medio loco, entre sorprendido y encantado. Es de esas chicas que ves una vez y ya se te queda dando vueltas en la cabeza todo el día.
"Pana, esa Mariana es una chica guayaba, vale, cada vez que pasa por el barrio deja a medio mundo embobado y con cara de que se les olvidó hasta el vuelto del mercado"