En Tlaxcala chancearse es como colarse o hacer una trampa medio ilegal pero con tanta maña que hasta parece que todo está en regla. Es ese talento para aprovechar el descuido del poli, del boletero o del profe y salir ganando sin que te cachen. No es precisamente legal, pero muchos lo ven como picardía mexicana pura.
"Nos chanceamos al cine por la puerta de emergencia, ni el guardia nos vio y hasta salimos con palomitas gratis como si nada"