Es el típico verbo que usan para describir el acto de charlar sin parar, casi siempre con una pizca de melodrama y exageración. ¡Ideal para las tertulias de cafecito!
"Oye, no sé cómo hace la Juliana para calbajar tanto sobre esa novela que vio ayer. ¡Parecía una emisora de radio!"