Se dice de alguien que siempre está bien arreglado, fresco y radiante, como si se levantara al amanecer oliendo a flores.
"¡Chama, cómo haces para estar siempre como una rosa! Yo después de la rumba parezco un zombi."
Se usa para decir que alguien está sorprendentemente fresco o radiante, a pesar de haber pasado por una situación agotadora.
"¡Mírala después de parrandear toda la noche y venir directo al trabajo! Está como una rosa, nadie pensaría que no ha dormido."