En Santiago del Estero se usa para hablar de mimar a alguien, endulzarle la vida con cariño, mates bien cebados, chismes jugosos o alguna atención especial. Es como decir que vas a tirar buena onda y dulzura a lo bestia, aunque no haya azúcar literal de por medio. Y la verdad, quién se queja de que lo azucareen un rato.
"Che, venite a la siesta que te quiero azucarear con unos mates bien dulces y todos los chismes calentitos del barrio."