Expresión sureña para decir que alguien está funcionando a todo chancho, con energía infinita y rindiendo mejor que nunca, como si se hubiera tomado una pócima mágica. Se usa mucho después de un carrete o una pega intensa, cuando la persona debería estar hecha bolsa, pero anda más despierta que todos. Y la verdad, da un poquito de envidia.
"Después del carrete en la ramada, la Carla llegó a la pega tempranito, sin caña ni nada, y andaba rindiendo como canelo en fiesta mientras todos los demás apenas podían abrir los ojos."