Se usa para hablar de alguien que anda metido en todo, husmeando donde no lo llaman y pendiente de la vida ajena. Es como ese vecino que sabe quién entra, quién sale y hasta qué comiste ayer. No siempre es con mala intención, pero igual da lata y puede ser bien sapo cuando se pasa de curioso.

"La tía Marta otra vez anda en las bisagras, ya sabe hasta cuántas veces peleó la vecina con el pololo este mes."

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