Se dice cuando alguien está terco como una mula, es decir, necio y no quiere cambiar de opinión o aceptar lo inevitable.
"Dejá de andar de mula y vení a bailar, que la fiesta apenas comienza."
Se usa cuando alguien está reventado de cansancio por trabajar duro todo el día, como si fuera animal de carga. Es currar sin parar, aguantar peso, hacer mandados y favores hasta que el cuerpo ya no da más. Básicamente es estar explotado, pero uno igual se ríe un poco mientras lo dice, porque qué más queda.
"Hermano, hoy he andado de mula desde las seis de la mañana, cargando cajas, haciendo trámites y aguantando al jefe pesado, ya ni siento las piernas, estoy fundido."
Se dice cuando alguien está terco o necio, como una mula que no se quiere mover ni con patadas. Perfecto para describir a esos amigos testarudos.
"Deja de andar de mula, compadre, y acepta que el aguacate es básico en toda comida michoacana."