Expresión muy caraqueña para soltar cuando algo te deja loco, ya sea por sorpresa, susto o porque está demasiado brutal. Es como un wow bien criollo, con sabor caribeño y cara de qué carajo acabo de ver. Se usa tanto para cosas buenas como para vainas peligrosas, y la verdad es que suena sabrosísimo.
"Alabao, chamo, esa rumba terminó a las 10 de la mañana y todavía hay gente bailando reguetón en la azotea, qué vaina tan intensa."