En La Guajira se usa para hablar de irse de parranda brava, con vallenato a todo volumen, trago corriendo y la gente cantando a grito herido. No es solo tocar el instrumento, es meterse en la rumba como buen guajiro, hasta que amanezca y el cuerpo aguante. Y la verdad, tiene su encanto desordenado.
"Primo, este fincho vamos pa' Riohacha a tocar el acordeón sabroso, botella en mano, vallenatico en vivo y a ver si amanecemos tirados en la hamaca de la tía Chila."
En Monterrey se usa para decir que vas a copiar en un examen porque no estudiaste ni tantito y andas bien perdido. Viene de la idea del acordeón como chuleta o papelito escondido con las respuestas. Es medio tramposo, pero la banda lo dice riéndose, como aceptando que ya valió madre el estudio.
"Compadre, no estudié ni una página, hoy sí voy a tocar el acordeón en el examen de mate porque ando más perdido que el WiFi del camión."