Se usa cuando ya estuvo suave la cosa y es momento de cortar, largarse o dar por muerto el plan. Puede ser porque ya estás cansado, harto o porque la reunión está más aburrida que fila del banco. También se suelta con tono dramático para anunciar la retirada con estilo, casi como si sonara campanazo final.
"No manches, llevamos dos horas viendo diapositivas bien feas, ya dio la hora, mejor vámonos por unos tacos antes de que me duerma en la mesa."