Se dice cuando alguien está muy confundido o enredado, como cuando intentas resolver un problema y terminas más liado.
"Hermano, le pregunté a Juan sobre la tarea de matemáticas y se volvió un ocho; ni él entiende lo que explica el profe."
Estar totalmente confundido o enredado con algo, especialmente cuando la situación se te sale de las manos.
"María trató de entender el nuevo sistema de contabilidad, pero al final se volvió un ocho con tanto número."