Se usa cuando una situación se da la vuelta por completo y pasa de ir fatal a ir de lujo, o al revés. Es como cuando estás a punto de quemar la tortilla de patata y de repente la clavas al girarla. Sirve para hablar de cambios bruscos de suerte, de poder o de quién lleva la voz cantante.
"Íbamos palmando 2-0 en el frontón y al final les hemos vuelto la tortilla, les hemos dejado tiesos con un remontadón épico en el último tanto"