Expresión usada cuando alguien cambia el rumbo de una conversación o de una situación para acomodarla a su favor. Es como darle la vuelta a todo para quedar como víctima o inocente, aunque la haya cagado. Muy típica cuando alguien no quiere asumir culpa y se pone creativo para zafarse, y hay que admitir que a veces da hasta risa.

"Le pregunté al pata por qué no pagaba la luz y el muy fresco empezó a voltear la olla, que la culpa era del casero, del perro y hasta del calor de Iquitos, cualquier cosa menos él."

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