Se usa cuando alguien cambia de tema o de actitud de forma brusca y medio absurda, y deja a todo el mundo descolocado pensando qué carajos pasó. También puede ser cuando alguien da un giro raro a la conversación y la pone incómoda sin necesidad. Es muy de parche de pueblo, y hay que admitir que tiene su gracia.
"Estábamos parchados hablando del partido del Pereira y este man salió con que quería volver con la ex y hasta lloró, mejor dicho, volteó el caldo y nos dejó a todos fríos."