Se usa cuando alguien se pone a echar un cuento todo exagerado, lleno de adornos y cosas inventadas, más novela que realidad. Es como cuando empiezan con un detalle chiquito y terminan armando una superproducción digna de telenovela. Básicamente, es hablar de más y agrandar la historia porque sí, aunque a veces hasta hace gracia escucharlo.
"Vale más que no le preguntes nada a Juan, porque se viene por las aguas y termina diciendo que casi lo ficha una disquera en Caracas por cantar reguetón en el baño del liceo."