Dicho bien de Anzoátegui para llamar a alguien un desastre andante, el que vive metido en peos y siempre termina pagando los platos rotos. Como el trapo de la cocina, que se usa para todo y queda vuelto nada: limpia, aguanta, se ensucia y nadie lo cuida. Suena burlón, pero a veces va con cariño.
"Chamo, deja de inventar, que tú eres un trapo 'e cocina: ayer te botaron del trabajo y hoy te agarraste con el vecino por una corneta."