Se usa para decir que estás tan feliz que parece que flotás, como si hubieras llegado al punto máximo de alegría. Es ese momento en que todo salió redondo, la panza llena, el viento patagónico suave y vos pensando que la vida está impecable. Es una expresión bastante poética, pero en la calle se usa con mucha onda.
"Entre el cordero al asador, el vino que corría y las risas de la banda, terminé tocando el cielo, hermano, ni sentía el frío fueguino"
Se usa cuando alguien está tan feliz, pleno o satisfecho que siente que ya no puede pedir nada más, como si hubiera llegado al paraíso personal. Puede ser por amor, por comida brutal, por un logro chido o por un momento bien mágico. Es de esas expresiones cursis pero sabrosas que a veces describen perfecto cómo te sientes.
"Cuando por fin me salió la beca, me habló mi crush y cené uchepos con cafecito de olla, neta sentí que estaba tocando el cielo bien a gusto"
Cuando algo es tan increíble que sientes que has llegado a lo más alto, como cuando te pides un tlacoyo perfecto y todo cuadra.
"No manches, después de probar ese mole de la abuela, ¡sentí que toqué el cielo!"