Se dice cuando alguien se pone a coquetear o a soltar piropos a lo loco, como echando flores a cada rato para quedar bien o conquistar. Puede ser romántico, medio intenso o hasta un poco lambiscón, según el tono. Vamos, que la persona anda en modo poeta callejero y no se guarda ni un cumplido.
"Mirá a Juan, desde que llegó no para de tirarle flores a Sofía. Ya le dijo que es un bombón y que baila como artista, qué bárbaro."
Se usa cuando alguien lanza cumplidos bien empalagosos, medio exagerados o hasta falsos para quedar bien o sacar ventaja. Es como repartir halagos a lo loco esperando algo a cambio, ya sea un favor, un descuento o que le hagan casito. A veces da risa, a veces da pena ajena, pero todos conocemos a alguien así.
"Ese compa del salón no deja de tirar flores al profe, a ver si así le suben la calificación aunque no haga ni la tarea."