En Junín se usa para hablar de alguien que se cree la gran cosa, bien sobrado y segurísimo de sí mismo, como si nada pudiera tumbarlo. Es el típico que camina como si el mundo fuera su pasarela y su ego fuera tierra firme. A veces da risa, a veces da un poquito de vergüenza ajena, pero igual se le aguanta.
"Mira a Ricardo desde que ganó el torneo de fulbito, camina por la plaza como si fuera tierra firme, ni saluda al barrio el muy creído."