Expresión usada para decir que el asado estuvo espectacular, de esos que te dejan tirado en la silla mirando al cielo. En La Pampa, donde la parrilla es casi religión, terrible no es malo, es todo lo contrario. Es como decir que estuvo tan bueno que te dan ganas de aplaudir al asador y pedirle otra vuelta.
"Terrible asado el de anoche, che, el asador se lució con el costillar y las achuras, quedamos todos tirados en las sillas sin poder mover la panza."