Se usa cuando conectas tan bien con alguien que no es solo química, es una mezcla sabrosa de risas, chistes internos, confianza y buena vibra. Con esa persona todo fluye, las conversaciones se alargan y el tiempo se pasa volando. Es como si fueran combo ganador, y la verdad es que provoca repetir la experiencia.
"Chamo, desde que conocí a Mariana no paramos de echarnos cuentos y reírnos de todo, tenemos una química sabrosa que espanta cualquier mala vibra."