Se usa cuando alguien está a punto de conseguir algo importante, como un ascenso, un negocio o un proyecto soñado. Es ese momento tenso en que ya hiciste toda la pega y solo falta el último empujón para que salga todo bien. Y claro, como buen pan en la puerta del horno, si te descuidas se te puede quemar.
"Oye, el Seba tiene el pan en la puerta del horno con la pega nueva, si no se manda ninguna cagada en la entrevista de mañana queda contratado al tiro."