Se dice cuando el calor está tan brutal que uno anda arrecho, irritado y sin paciencia, como si el sol te estuviera pegando coñazos directos en la frente. No es solo tener calor, es andar de mal humor por culpa de ese bochorno pegajoso que no deja pensar. Y la verdad, con ese clima cualquiera se emberrincha.
"Mano, hoy tengo una furia del calorazo que si se va la luz otra vez, agarro el ventilador y lo lanzo por la ventana, te lo juro, pana."