Apodo cariñoso para ese pana que vive tirado al sol, ya sea en la playa, en el río o en cualquier patio con calor sabroso. Es el típico que se broncea por deporte, se queda pegado mirando el horizonte y parece que no tiene apuro nunca. Básicamente, un lagarto humano disfrutando del sol sin remordimientos, y hay que admitir que da envidia.
"Hermano, pasé por el malecón y ahí estaba el solacho de Pedro tirado en la arena, con su tobo de cerveza, diciendo que está ocupadísimo viendo cómo se esconde el sol."