Se usa en la región de Coquimbo para hablar de una fiesta, carrete o aventura que se va de las manos y termina siendo épica, bien al estilo de Andacollo. Es cuando la noche se alarga, aparece gente que no conocías y al final tienes historias para rato. Y hay que admitir que el nombre le da un toque legendario.
"Íbamos a tomar una chelita tranqui en La Serena y terminamos en un andacollazo brígido en la casa de un compadre de Andacollo, con cumbia a todo chancho y llegando a casa cuando ya estaban vendiendo pan."