Se dice de alguien que es extremadamente fastidioso, como un zancudo que no deja de molestar.
"¡No seas una ladilla, pana, y déjame ver mis series tranquilo!"
Se dice de alguien fastidioso, como un mosquito en la oreja que no deja de molestar.
"Carlos siempre aparece preguntando lo mismo, chamo, es una ladilla."