Se usa para rajar con cariño de alguien que se ha producido demasiado, con ropa llamativa, perfume a kilómetros y actitud de pavito orgulloso. Es como ver esos coches tuneados de feria llenos de luces y música a todo volumen. No siempre es insulto grave, pero sí un toque de burla para bajarles un poco el ego.
"Mira a Marco, con saco brillante, lentes oscuros y cadena dorada en pleno mercado de Puno, está que posa por todos lados, parece chulo de feria buscando público para que lo aplaudan."