Se usa cuando te metes en la plática o en la ocurrencia de alguien aunque sepas que es puro cuento o no estés muy convencido. Básicamente le sigues la corriente para no cortar el cotorreo, para que el compa no se agüite o porque la historia está tan ridícula que hasta da gusto inflarla tantito.
"El vato jurando que trae un Ferrari guardado en Culiacán y todos bien serios, y yo nomás ahí siguiéndole el rollo pa' que se pusiera más buena la peda."
Se usa cuando haces como que entiendes o compartes lo que dice alguien, aunque por dentro estés más perdido que un pulpo en un garaje. Es ir con la corriente para no cortar el buen rollo, evitar movidas o simplemente porque te da pereza llevar la contraria. Y oye, a veces hasta tiene su punto divertido.
"Mi cuñado empezó a soltar movidas de criptomonedas y viajes astrales, y yo ahí, asentando con la cabeza y siguiéndole el rollo mientras pensaba en las migas que íbamos a cenar."