Se usa para decir que alguien está empanado perdido, como si tuviera la cabeza en otra galaxia y el cerebro en modo ahorro de energía. Suele ser por ir coladito por alguien o por estar pensando en sus movidas. Es una forma medio cariñosa de decir que estás ahí, pero no te estás enterando de nada.
"Desde que conoció a Laia, Pere va atontado como un porró, se pasa la parada del metro, se deja las llaves en casa y hasta saluda a desconocidos pensando que son colegas."