Se usa cuando la fiesta está buena y nadie quiere que se acabe, así que se decide seguir con la rumba, el trago, el baile y la recocha hasta que el cuerpo aguante. Es como decir que se alarga la parranda sin mirar el reloj, porque cortar el vacile sería casi un pecado.

"Ya iban tres cajas de cerveza, el acordeón sonando sabroso y la vecina pidiendo otro paseo, así que tocó seguir la juerga hasta que amaneciera en todo el Cesar"

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!