Frase usada para decir que alguien trae una vibra bien chida, anda súper positivo y todo le sale de lujo. Es como si estuviera flotando en buena onda, sin dejar que nada le amargue el día. Muy de cuando la vida por fin se pone sabrosa y uno se siente casi iluminado, aunque sea nomás por ratitos.
"Desde que a Juan le salió la chamba que quería, anda vibrando alto, llega a la oficina cantando, invitando garnachas y ni el tráfico del puerto lo pone de malas."