Ponerle muchas ganas a algo, especialmente con entusiasmo desbordado o hasta el cansancio. A veces se usa para exagerar la dedicación a una actividad.

"Anda, dime si quieres ir de fiesta todo el fin de semana; María se revienta bailando huayno sin parar."

En Cuba reventarse es comer tanto que quedas doblado, con la barriga a punto de estallar pero feliz de la vida. Se usa cuando te das un atracón serio, de esos que después solo quieres tirarte en el sofá y no moverte más. Es casi un deporte nacional en fiestas y comidas de abuela, y la verdad es que tiene su encanto peligroso.

"Asere, fui al cumple de Yuni, me reventé de yuca con mojo, lechón y cerveza, y después no podía ni abrocharme el pantalón, parecía que tenía gemelos en la barriga."

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