Diminutivo de regalo muy usado para hablar de un detalle pequeño pero hecho con mucho cariño. Puede ser algo barato o incluso casi simbólico, pero que hace ilusión igual. Se usa mucho en familia y entre colegas, y a veces una simple caña o una bolsa de pipas ya se considera un buen regalico, y oye, se agradece.
"Mi abuela ha venido al pueblo con un regalico para cada nieto, que si chorizo casero, que si queso manchego, y yo ya estoy pensando en la siesta después del atracón."