Se suelta cuando pasa algo buenísimo de pura chiripa, como si la vida te guiñara el ojo y te regalara un premio sin avisar. Es alegría, sorpresa y sabor costeño todo mezclado. Se usa mucho cuando la suerte te cae del cielo y tú solo puedes reírte y disfrutar. Y la verdad, da gustico decirlo.
"Mano, iba todo enguayabao pa'l trabajo y me dijeron que era día festivo y yo ni enterado. ¡Qué ventura más sabrosa!"