En Yaracuy se dice ponerse exigente cuando alguien de la nada empieza a pedir demasiado, se pone tiquismiquis o quiere que todo se haga exactamente como a esa persona le da la gana. Es como si se creyera el dueño del circo y de los payasos. A veces hace gracia, pero también dan ganas de mandarlo a que se relaje un rato.
"Mira a Rober, desde que es jefe del comité de fiestas se ha puesto tan exigente que quiere aprobar hasta el color de los globos y la forma de las empanadas."