Se dice cuando alguien se emborracha fuerte, pero fuerte de verdad, hasta quedar hecho un desastre y sin filtro. La idea es que el yodo mancha todo y no sale fácil, igual que una noche de alcohol que te deja recuerdos turbios y ropa arruinada. Es una forma medio poética de decir que te pasaste tres pueblos con el escabio.

"Boludo, el Nando se puso bien yodo en la fiesta, terminó cantando chamamé arriba de la mesa y abrazando al perro del vecino como si fuera su ex."

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