Se usa cuando alguien arma una excusa muy rebuscada para zafar de un quilombo, como si al problema le pusiera una ventanita linda para que no se note lo feo que es. Es inventar o exagerar un cuento para quedar bien parado. Es medio chamuyo, medio teatro, y hay que admitir que a veces es bastante creativo.
"Marcelo llegó tarde otra vez y le puso ventana diciendo que lo paró un ovni en la ruta y tuvo que ayudar a los marcianos a empujar la nave porque se quedaron sin nafta."