En Ayacucho se usa para hablar del momento más intenso de una fiesta, reunión o juerga, cuando ya todos están entonados y la cosa se pone realmente buena. No tiene nada que ver con comida, sino con el punto máximo de diversión, descontrol bonito y risas. Es como decir ahora sí viene lo mejor, agárrate que se arma.
"La fiesta estaba tranqui nomás, pero el plato fuerte fue cuando cayó la tía con su cajón de chelas y empezamos a zapatear hasta que salió el sol"