En Tucumán pitar es fumar, casi siempre un pucho compartido entre amigos mientras se estira la charla y se mata el tiempo. No es solo el acto de fumar, es la excusa perfecta para sentarse, chusmear un rato y dejar que la tarde se haga eterna. Y la verdad, como ritual social tiene su encanto.

"Che loco, vamos a la plaza a pitar un rato, llevamos el termo, tiramos unas pavadas y vemos cómo se nos va la tarde sin darnos cuenta."

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