Se usa para bardear a alguien que se agranda por pavadas, como si fuera la última coca del desierto por algo que casi ni tiene mérito. Es como decir que está adornando demasiado la situación para quedar más importante de lo que es. Muy porteña, muy gráfica y, hay que admitirlo, bastante sabrosa como metáfora.

"Mirá a Juan contando que ganó al truco por un punto y ya se cree campeón mundial. Dejate de perfumar la milanesa, hermano, si casi te damos vuelta la partida borrachos."

Expresión usada para referirse a mejorar algo de manera superficial, un intento de embellecer lo que no puede ocultar su verdadera naturaleza.

"El auto está hecho bolsa, pero le vamos a perfumar la milanesa pintándole las llantas antes de venderlo."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!