En Tabasco se usa para decir que alguien es bien descarado, medio truhán y travieso, pero con gracia y encanto. No es un insulto pesado, más bien suena a burla cariñosa cuando la persona siempre anda haciendo diabluras. Eso sí, depende del tono, porque con mala leche puede sonar más fuerte de lo que parece.
"No hombre, la Lupita sí que es pelada, le escondió las chanclas a su mamá y luego se hizo la inocente mientras todos se morían de risa en la sala."