Se usa en Oaxaca para decir que alguien se está pasando de lanza, que ya exageró bien gacho. Puede ser porque habla de más, come como si no hubiera mañana o presume como si fuera estrella de novela. La idea es que se excede tanto que ya ni se disfruta, como cuando te atascas de tlayuda y luego andas arrepentidísimo.
"No manches, la Yolis se pasó de tlayuda en la fiesta, se sirvió tres platos, se acabó el mezcal y todavía andaba presumiendo que ni se empedaba."