En Santa Fe se dice estar de paredón cuando venís ligando todas malas, como si la vida te pusiera contra la pared y no zafaras una. Es esa racha en la que todo te sale torcido y ya ni sabés si reír o llorar. Suena dramático, pero tiene su gracia para quejarse con onda.
"Entre que se me rompió la moto, me cortaron la luz y mi ex volvió con el tóxico, estoy de paredón mal, ni el mate me levanta el ánimo hoy"