Se usa cuando estás destrozado o totalmente agotado después de un día pesado, cayéndote de cansancio al sofá.
"Después de cargar esos sacos de café, quedé cambimbao y me tiré en la hamaca sin ganas de nada. ¡Ni para mover un dedo!"
Expresión usada para describir aquel estado de embelesamiento absoluto tras devorar un banquete épico, donde moverte del sofá es una misión imposible.
"Después del almuerzo en casa de la abuela, estoy cambimbao en el sofá sin poder lidiar con mi ser, me siento como un perezoso después de diez tacos."