Aunque en otros sitios osezno es un osito, en Moquegua le decimos así al novato del grupo, al que recién entra y todavía no cacha bien cómo va la cosa. Es el que mete la pata, se confunde en todo y provoca ternura y risa a la vez. Es medio burro, pero se le quiere igual, porque todos hemos sido oseznos alguna vez.
"Pucha, ese Julio sí es un osezno, le dije que vigile el horno y el causa quemó hasta el arroz con leche, casi incendia la cocina de la tía."
Se usa para llamar con cariño a alguien que parece bruto, gruñón o muy serio, pero en el fondo es más tierno que un peluche. Es como decir osito pero con más carácter, más rollo de abrazo fuerte que casi te deja sin aire. Ideal para colegas, parejas o familia que van de duros pero son blanditos.
"Tía, el Dani va de malote con la chupa de cuero, pero luego le pones una peli cursi y el osezno acaba llorando abrazado al cojín del sofá."
Forma cariñosa y algo burlona de referirse a alguien que es medio lento o distraído, como un osito recién salido del bosque.
"¡Dale pues, osezno! Anjá... vas a llegar tarde otra vez."