Se suelta para aplaudir a alguien por algo valiente, bien hecho o con mucho arte. Es como decirte un bravo, pero en versión cañera y muy de barra. Suele sonar a sur, pero se entiende en toda España. Ojo, es vulgarcilla, así que úsala con confianza y con el público adecuado.
"Te plantaste delante del jefe y le cantaste las verdades sin temblar. Olé tus huevos, colega, así se habla."