En Chihuahua se usa para decirle a alguien flojo, huevón o que le encanta hacerse tonto, pero en plan medio cariñoso y burlón, no tan agresivo. Es como regañar jugando, cuando el otro nomás no se mueve ni aunque le prometas tacos. Suena fuerte, pero entre compas o familia suele ir cargado de cotorreo.
"Ya párale, ojaldra, llevas tres horas scrolleando el cel y ni has tendido la cama, mínimo ve por las cocas y los burritos"